Política monetaria y situación crítica económica del país
El Banco Central presentó su nuevo informe de Política Monetaria (IPoM) indicando el escenario actual del país, desde el punto de vista macro que vale destacar ciertos puntos, no solo para situarnos en contexto, sino para tomar conciencia y reaccionar sobre el Chile incierto.
En primer lugar, Mario Marcel, ha sostenido que las implicancias económicas por efecto pandemia ya se están viendo superadas en términos macro, con una recuperación importante respecto a escenarios post crisis de épocas anteriores. Sin embargo, esta recuperación de la recesión, está en medio del mayor despliegue de medidas de política que se haya conocido en Chile frente al que llama shock exógeno, que son en definitiva restricciones estatales producto de la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de Salud, como son la ampliación y extensión de medidas económicas por parte del Estado, como son bonificaciones y subsidios (IFEs), además de los retiros, han tenido un impacto significativo en el gasto privado, que ha llevado a un desajuste en entre la oferta y demanda del mismísimo mercado laboral.
Además, revela que hay un importante incremento de vacantes laborales que no están siendo suplidas, debido a la liquidez en las medidas entregadas. Esto ha llevado a que el gasto nominal pueda aumentar a más de 35 % anual durante este 2021, con un déficit efectivo superior a 7 % PIB. Así, en palabras de Marcel, el incremento del gasto ya no alcanza a ser suplido con los ingresos generados por el crecimiento económico, por lo mismo el ejecutivo ha optado por bonos de la tesorería y liquidar fondos soberanos. Así también advirtió que “el crecimiento del consumo no llegue a un punto en que haga subir la inflación, porque eso perjudica especialmente a las personas de menores ingresos”.
De tal magnitud es el deterioro fiscal, que la eventual liquidación de ahorros de largo plazo, como son los retiros masivos de fondos de las cuentas de los trabajadores de Chile, impactan en el riesgo país, en las tasas y en la generación de inflación, superando todos los escenarios proyectados anteriormente. Porque ya el mercado financiero local se ha desacoplado del global, donde las tasas de interés de largo plazo han aumentado 135 puntos base, riesgo soberano 10 puntos base, así como también la bolsa ha caído cerca de 11 % y el peso se ha depreciado cerca de 10% respecto del dólar, siendo nuestra moneda una de las que más se ha debilitado a nivel global, sumada a la inflación de 5,7 % y con presión al alza.
La economía se desacelerará significativamente con una proyección de crecimiento paupérrimo de entre 1,5 y 2,5 % en el año 2022 y entre 1 y 2 % para el año 2023. Por otro lado, la pretensión totalitaria de la convención constitucional -como se ha demostrado desde el inicio de su funcionamiento- sigue minando las bases de la República, y el clima político-electoral sigue presionando por el aumento del poder del leviatán, con más aumentos de impuestos y expoliación fiscal a los ciudadanos. Esperamos que en el devenir de los próximos meses se logre dar un cambio radical, se restaure la normalidad y se enmiende el rumbo para promover la reducción del gasto público, y rebajas de impuestos. Soñar no cuesta nada, pero para ello hay que seguir arando.
Andrés Barrientos
Cofundador
Fundación Ciudadano Austral